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jueves, 06 abril 2023

Hoy es el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz y nuestra ex alumna Teresa Viana, también conocida como Beba Viana, nos contó un poco sobre cómo es ser jugadora de hockey:

Soy de la generación del 1993 del PRE/U. Hice quinto biológico y sexto medicina. Hoy en día soy profesora de educación física. Hice también un programa en Psicología Deportiva y soy entrenadora, trabajo en el Colegio Los Pilares, en toda la parte del club. Me encargo de toda la parte de la continuación del colegio, que es Los Ceibos. También estoy trabajando con las madres. Estoy muy vinculada a todo lo que es la educación.

¿Cómo describirías jugar en la Selección Uruguaya de hockey?

Para mí jugar en la Selección de Uruguay es lo máximo. Creo que cualquier deportista, que juegue a cualquier deporte, a lo que más apunta es a llegar a representar al país de uno. A la hora de entrar a la cancha, que te pongan el himno y cantarlo mirando tu bandera y saber que estás representando a todos los uruguayos es la cosa más linda que te puede pasar dentro del deporte. Hoy le dedico el tiempo al deporte y como deportistas podemos dejar de lado un montón de cosas, como son actividades con amigas, programas, eventos. Puede ser perder casamientos muy cercanos, cumpleaños. Por ahí no estás muy presente en el día a día, pero es un momento. Porque el deportista tiene un momento, después de determinada edad ya deja de jugar. Creo que lo vale y además te llena de todos los entrenamientos, de la gente que te rodea, de la familia que te está apoyando constantemente y hace que, en los momentos más vulnerables, quieras seguir metiéndole. A la hora de cantar el himno se te vienen todas esas cosas a la cabeza, todo lo que uno fue dejando y todo lo que uno fue haciendo para poder estar en ese lugar. Y es algo único. Yo creo que como deportista es a lo que uno más apunta.

¿Qué no te esperabas de la profesión?

La verdad que lo que no me esperaba era llegar tan lejos. Me ha tocado vivir momentos duros a nivel deportivo: me tocó un momento de quedar fuera de lista y de que se han metido con mi persona. Esos momentos a uno a veces lo hace querer dejar y abandonar y seguir adelante con otra cosa, porque te puede bajonear y llevar a pensar que no es el lugar para uno. Pero la verdad que doy gracias a Dios, porque me apoyo mucho en él para seguir metiéndole, para no entregarme. Y, después en la vida, Dios me fue entregando logros grupales, también logros individuales que reflejan lo que es el meterle todos los días.

¿Siempre te interesó el hockey?

Sí, toda la vida me interesó el hockey. Sobre todo, me interesó mucho el deporte. No me importaba qué deporte estaba haciendo, jugaba al fútbol, al tenis, hacía natación, jugaba al hockey en el colegio. Siempre me gustaron mucho los diferentes deportes. Cuando era más chica me dedicaba, sobre todo, al tenis y a los 16 años tuve que tomar una decisión entre el tenis y el hockey. Fue ahí cuando elegí el hockey por el hecho de ser un deporte colectivo, que te apoyas mucho en las compañeras y dependés de ellas para los diferentes resultados. Si estás mal, el equipo te apoya, te saca adelante. Y si el otro está mal, es uno quien está ayudando y apoyando al equipo para seguir adelante.

¿Cómo fue tu trayectoria?

Cuando era chica jugaba al hockey a nivel intercolegial y a los 16 años quedé seleccionada en un Provincial para poder viajar con Uruguay en el Sub-16 y de ahí me empecé a dedicar 100% al hockey. En el mismo año debuté en la selección mayor, que fue un gran desafío para mí porque me sentía sumamente chica. Después, en el 2016 ganamos un Sudamericano con Uruguay, que me tocó hacer el gol, fue un Sudamericano muy recordado. Últimamente estoy dedicada 100% al deporte. Me apasiona. Obviamente el hockey es un deporte a matar, donde todos tenemos que trabajar afuera para poder mantener el día a día. Pero vivimos el deporte de forma muy profesional.

¿Qué es lo que más te gusta?

Lo que más me gusta de jugar al hockey es compartir el deporte con otras personas y crear amistades que vas a compartir durante toda tu vida. A uno no lo van a recordar por si gana o si pierde, sino que lo van a recordar por lo que es, por lo que influye, por las amistades, por lo que a nivel colectivo uno va creando. Después a futuro ellas son tus amigas, son las personas con las que compartís. Y me parece que eso es lo más lindo que te da el deporte.

¿Qué es lo más desafiante?

Que todo el tiempo te estás desafiando, todo el tiempo te estás probando. A veces uno cree que ya dio todo lo que podía dar o ya llegó a su máximo y luego se va demostrando que cada vez puede más, que cada día puede darle un poquito más, cada día puede mejorar más -sea a nivel físico, a nivel de técnica, sea a nivel colectivo, sea a nivel de alimentación-. Hay muchas cosas que uno va mejorando y que se va dando cuenta y dice: “No hay edad para seguir mejorando y para ser cada vez mejor”. Hoy en día mi forma de ser me hace pincharme todos los días a querer ser mejor, a intentar ser mejor que ayer para poder brindar cada vez más. Eso hace que mis compañeras también rindan más y ese desafío permanente de provocarte para rendir y desafiarte internamente hace levantar el nivel y que los otros también se estén desafiando constantemente. Es algo sumamente lindo, pero, a la vez, es cansador, porque obviamente que es un deporte que es amateur, que no vivimos de esto, pero lo vivimos como si fuéramos profesionales. Nos dedicamos cada una a su trabajo y eso es algo desafiante, el cómo estar con la cabeza metida, enfocada y sabiendo que después tenés una vida atrás, que es la que te da de comer.

¿Qué le dirías a quienes están considerando una carrera en deporte?

Yo le tiraría para adelante. Yo creo que el deporte educa. Educa por sí solo. Ya uno si es deportista tiene que ser disciplinado, tiene que cuidarse y tiene que alimentarse bien. Tiene que descansar. Tiene que entrenarse. Tiene que entrenar cuando no tiene ganas. Tiene que entrenar cuando está lloviendo, tiene que entrenar cuando está cansado. La vida es un poco eso también. A veces no vamos a tener ganas de hacer las cosas y las tenemos que hacer igual. Hay veces que vamos a estar mejor, vamos a estar motivados y nos va a salir naturalmente. Me parece que lo que te da el deporte, sea colectivo como individual, es ver que podés llegar a grandes cosas, sin pensar que hubieses podido llegar. Es algo sumamente lindo y desafiante, porque yo hoy miro mi carrera hacia atrás y pienso que todavía tengo muchas cosas por delante. Nunca me hubiese imaginado todo lo que viví y todo lo que recibí a través del deporte, no sea solo por las amistades, no sea solo por lo que me está formando como persona, los valores que me va dando. El compañerismo, el respeto, la humildad. Si uno no es humilde, no crece y no va a poder mejorar porque no piensa que tenga cosas para mejorar. Yo creo que naturalmente te da un montón de valores muy lindos. Después eso, ir a un torneo, pensar que nunca lo hubieses podido ganar y ganarlo. Hay pequeñas batallas que vas logrando que son sumamente lindas e intensas. No quita que el deportista y el deportista de alto nivel es sacrificado y es exigente. Nos estamos exigiendo constantemente. Llevás tu cuerpo al límite.

¡Gracias por compartir con nosotros, Beba!